DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 642, de 13/09/2006
CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 2006 VIII Legislatura Núm. 642
CONSTITUCIONAL
PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ALFONSO GUERRA GONZÁLEZ
Sesión núm. 22
celebrada el miércoles, 13 de septiembre de 2006
ORDEN DEL DÍA:
Propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía.
-Designación por parte de la Comisión Constitucional y de la Delegación
del Parlamento de Andalucía de sus respectivas Ponencias. (Número de
expediente 127/000004.) ... (Página 2)
El señor PRESIDENTE: Señoras y señores diputados, vamos a comenzar la
sesión de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados para
iniciar la tramitación de la proposición de ley de reforma del Estatuto
de Autonomía de Andalucía. Como saben ustedes en esta ocasión lo haremos
con el concurso y la asistencia de una delegación del Parlamento de
Andalucía. Quiero que mis primeras palabras en nombre de la Mesa, de la
Comisión y en el mío propio, sean de bienvenida a las señoras y señores
delegados del Parlamento de Andalucía, con quienes vamos a convivir
durante una etapa, dos meses como saben ustedes, en ponencia y en
comisión. Sean bienvenidos y esperamos que su estancia aquí sea grata.
El trámite que se sigue para la reforma de los estatutos de autonomía
consiste, en primer lugar, en la elaboración de una proposición de ley
que se hace en el Parlamento proponente, en este caso en el de Andalucía.
Una vez elaborada y aprobada en el Parlamento proponente esta proposición
de ley se presenta en el Congreso de los Diputados, el cual tiene que
tomar en consideración el proyecto. Esa toma en consideración se hizo en
el Congreso de los Diputados el día 26 de mayo pasado y después del
debate se emitieron 323 votos, de los cuales 187 fueron a favor y 136 en
contra. Los votos requeridos permitieron que la Mesa del Congreso de los
Diputados abriera un plazo de enmiendas con motivo de ese acuerdo de la
proposición de ley, que ha terminado el pasado día 5 de septiembre. En
este tiempo de trámite de enmiendas se han presentado en total 300 por
cinco grupos parlamentarios: Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), 120;
Grupo Parlamentario Popular, 116; Grupo Parlamentario de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya Verds, 40; Grupo Parlamentario Mixto, 14;
y Grupo Parlamentario Socialista, 10. En total 300 enmiendas que son las
que nosotros tendremos que examinar. Al compás el Parlamento de Andalucía
ha elegido la delegación de señoras y señores miembros del Parlamento que
hoy está presente. La sesión de hoy es para nombrar a la ponencia que se
encargará del examen del texto propuesto por el Parlamento de Andalucía.
Esa ponencia tendrá un número máximo igualitario con el que la Comisión
Constitucional nombra a sus ponencias, es decir, 11 por parte de las
señoras y señores diputados y 11 por los representantes de la delegación
del Parlamento de Andalucía. Vamos, por tanto, a la constitución de la
ponencia; el nombramiento ahora e inmediatamente después, una vez termine
la sesión de esta constitución, tendremos una breve reunión para analizar
el procedimiento. La citada reunión se celebrará en las dependencias del
Congreso de los Diputados en el edificio de enfrente, en el número 36.
Cuando terminemos esta sesión los 11 miembros de la Comisión y los 11
miembros de la delegación -los de la Comisión conocen mejor el edificio-
podrán ser guiados por un ujier para que se desplacen al citado número 36
de la Carrera de San Jerónimo, situado enfrente de la entrada de la
puerta de los leones, un poco más arriba. Concluidos los trabajos de esa
ponencia que se constituirá hoy, que habrán de estar terminados para el
13 de octubre según las disposiciones reglamentarias del Congreso de los
Diputados como fecha máxima convocaremos de nuevo esta Comisión para
examinar ese dictamen y aprobarlo en su caso. La Comisión tendrá de
tiempo límite hasta el 5 de noviembre.
Conocemos los pronunciamientos de los grupos, tanto en el Parlamento de
Andalucía como en el Congreso de los Diputados. Se ha reclamado
insistentemente por unos y por otros, con distintas acepciones pero con
el mismo contenido, la necesidad o conveniencia del consenso, del respeto
a la Constitución y de la solidaridad interterritorial en el final del
texto que vayamos a aprobar. Claro está que dentro de esos
pronunciamientos hay distintas posiciones. Como presidente de la Comisión
y la Mesa misma, les podemos asegurar que garantizamos el derecho a la
defensa de todas las posiciones; todas las posiciones serán protegidas
por este presidente ofreciendo y solicitando libertad en la exposición,
sosiego en las manifestaciones y responsabilidad en la toma de posición.
Creo que lo más importante es que se eviten las descalificaciones de las
posiciones diferentes al objeto de no imposibilitar el acuerdo, el
consenso que es en principio buscado o deseado por todos.
Corresponde ahora a los miembros de la delegación de Andalucía y de la
Comisión Constitucional manifestar quiénes son las personas que van a
formar parte de la ponencia. Sé que por parte de la delegación del
Parlamento tienen acordado que sea doña Petronila Guerrero Rosado quien
dé comunicación de los nombres. Una vez efectuado ese trámite se dará la
palabra a cada grupo político que forma la delegación y a los grupos
parlamentarios de la Comisión para que, en una breve intervención de unos
cinco minutos, puedan hacer, si lo estiman pertinente, una consideración
general sobre el momento histórico de apertura de este análisis de un
texto nuevo del Estatuto de Autonomía de Andalucía. Tendrán tiempo
después en la ponencia para intervenir en cada una de las enmiendas de
los artículos luego en la Comisión habrá tiempo también para exponer y
posteriormente habrá una votación final en la cual tendrán oportunidad de
manifestarse. Ahora lo que les solicito, si creen que deben hacerlo
-naturalmente no es obligatorio-, es que hagan una referencia general
sobre los trabajos que en este momento iniciamos.
Sin más preámbulo, doy la palabra a doña Petronila Guerrero para que nos
comunique los miembros de la delegación del Parlamento de Andalucía que
formarán parte de la ponencia que estudiará el texto.
La señora REPRESENTANTE DEL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA (Guerrero Rosado):
Muchas gracias, señor presidente.
Me consta que ha llegado a su poder una copia del acta de la reunión
celebrada por parte de la delegación del Parlamento de Andalucía, que ha
elegido, de acuerdo con lo previsto en el apartado séptimo punto 6 de la
Resolución de la Presidencia del Congreso de los Diputados de fecha 16 de
marzo de 1993 y con el artículo 139.2 del Reglamento de la Cámara, los
nombres de las personas que formarán parte de la ponencia, que son los
que voy a referir a continuación a efectos de que consten en el "Diario
de Sesiones": don Manuel Gracia Navarro, doña Antonia Jesús Moro Cardeño,
don Luis Pizarro Medina, don José Caballos Mojeda, doña Esperanza Oña
Sevilla, don Antonio Sanz Cabello, don Carlos Rojas García, doña
Concepción Caballero Cubillo, don Antonio Romero Ruiz, doña Pilar
González Modino y don Ildefonso Dell'Olmo García.
Gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: muchas gracias, señora Guerrero.
Pasamos, a continuación, a ese turno de intervención que pueden consumir
si lo estiman pertinente. En primer lugar, hablarán los representantes de
la Asamblea del Parlamento de Andalucía. En representación del Grupo
Parlamentario Andalucista en aquel Parlamento intervendrá doña Pilar
González Modino.
La señora REPRESENTANTE DEL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA (González Modino):
Gracias, señor presidente.
Señorías, con emoción, con un alto sentido de la responsabilidad y con una
gran naturalidad venimos los nacionalistas andaluces al Congreso de los
Diputados a expresar la que ha sido nuestra posición durante el debate
del Estatuto de Autonomía de Andalucía. Un debate que, como SS.SS.
entienden, es para nosotros central: el debate del ser de Andalucía, el
debate del progreso y del futuro de Andalucía. Nuestra posición es
sencilla, la conocen todos ustedes: que Andalucía continúe en el estatus
que conquistó el 28 de febrero. Que continúe siendo uno de los pueblos
históricos de este Estado, uno de los pueblos que ha conseguido gracias a
su esfuerzo, a su tesón y a su pasión situarse en el lugar que merece
dentro de la historia, puesto que durante muchos siglos Andalucía ha
estado relegada en el conjunto del Estado.
En cuanto a las palabras que el señor presidente nos dirigía, estamos
abiertos al consenso, abiertos al diálogo, abiertos a trabajar
intensamente para conseguir el mejor estatuto posible para Andalucía.
Añadiré, si me lo permiten, una sola idea: entre la libertad y la
fraternidad está la igualdad. La clave de nuestra posición se resume en
eso, en la igualdad de Andalucía respecto a otros pueblos del Estado,
concebida tal como lo definió el señor presidente del Gobierno, dentro de
un Estado plurinacional. Con ese espíritu, con la mejor disposición y la
mayor apertura al diálogo, al consenso y al trabajo en común, venimos los
nacionalistas andaluces al Congreso de los Diputados. Estamos agradecidos
por su acogida y dispuestos a trabajar arduamente por Andalucía.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señora González Modino.
Tiene la palabra en nombre del Grupo Parlamentario Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya Verds, convocatoria por Andalucía, doña
Concepción Caballero.
La señora REPRESENTANTE DEL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA (Caballero Cubillo):
Gracias, señor presidente.
En primer lugar, quiero saludar a todos los miembros de la Comisión
Constitucional y desear tanto a la delegación andaluza como a la de estas
Cortes Generales un buen trabajo que sea medido por los resultados y por
la consecución de un gran Estatuto para Andalucía que responda a las
aspiraciones de máximo autogobierno, máximas competencias y principios de
justicia y de solidaridad en los temas de financiación. La delegación
andaluza en su conjunto, y en especial el grupo que represento, Izquierda
Unida, viene abierta al diálogo con una gran confianza en esta
institución, pero también -y quiero señalarlo- con un alto espíritu
reivindicativo para dar a conocer la realidad de nuestra tierra fuera de
cualquier estereotipo y de lugares comunes que se han ido acuñando sobre
ella. Venimos con espíritu reivindicativo a conseguir el máximo
estatutario para una tierra que ya el 28 de febrero de hace bastantes
años lo consiguió a partir de la movilización popular. Venimos con ese
espíritu de apertura de mano. Estamos ante un Estatuto que en un
principio en el Parlamento de Andalucía consiguió solo el acuerdo del
Partido Socialista y de Izquierda Unida. Nos gustaría la incorporación de
otras fuerzas políticas, pero también nos gustaría que el Estatuto
siguiera teniendo esa potencialidad, ese sello social que lo hace muy
especial, ese afán de tener más competencia y una financiación justa y
equilibrada dentro de un Estado solidario. Queremos contribuir desde
Andalucía a un cambio hacia un modelo de Estado progresista y federal.
Esa es nuestra intención y reitero nuestros deseos de buen trabajo y de
buenos resultados.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Caballero.
Para hablar en nombre del Grupo Parlamentario Popular de Andalucía tiene
la palabra don Antonio Sanz Cabello.
El señor REPRESENTANTE DEL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA (Sanz Cabello): Señor
presidente de la Comisión, señoras y señores diputados del Congreso,
compañeros diputados en el Parlamento de Andalucía que conforman la
delegación del Parlamento de Andalucía, permítanme que muestre alegría y
respeto por volver a intervenir en la sede donde se residencia la
representación del pueblo español, consciente de la enorme importancia y
responsabilidad que venimos asumiendo en la elaboración de este proyecto
de reforma de Estatuto de Autonomía y consciente de que hoy comienza la
recta final, lo que esperemos sea una nueva y definitiva oportunidad para
el consenso. Sin duda alguna ha llegado la hora de la verdad -así lo
estima el Partido Popular-, ha llegado la hora de demostrar una voluntad
sincera con el acuerdo de todos, ha llegado la hora de esquivar
tentaciones de pactos excluyentes impropias de toda Constitución o
Estatuto de Autonomía y de apostar por un Estatuto de y para todos los
andaluces, ha llegado la hora de primar, de apostar y de concentrarnos en
lo fundamental, en lo que debe ser lo prioritario en las claves del
articulado que todavía hoy nos separan, pero que, con voluntad y con
generosidad de todos, espero sepamos aunar en un acuerdo de todos los
grupos políticos. En este trabajo de la Comisión y de la ponencia ha
llegado la hora del sentido común, de la razón y de la altura de miras.
Somos conscientes de que este no puede ser el Estatuto de la fotografía
ni de hoy ni de mañana, sino que tiene que ser también el Estatuto de la
fotografía de los próximos 25, 30 ó 60 años de trabajo en Andalucía. Por
tanto, la fotografía del Estatuto que perdure en el tiempo porque es un
Estatuto útil para nuestra tierra, realista con nuestros sentimientos y
necesidades presentes y futuras y respetuoso con lo que más nos une, que
es nuestra Constitución, y que represente a la totalidad de los
andaluces. Con esa voluntad, señor presidente, trabaja y está hoy aquí el
Partido Popular de Andalucía, su grupo parlamentario en Andalucía,
consciente de que es todavía mucha la tarea que nos queda por hacer, el
trabajo que tenemos por delante en la ponencia y en la Comisión. Estamos
dando hoy el primer paso para avanzar en un Estatuto que represente a
todos los andaluces desde la convicción de que no puede haber un Estatuto
de primera para una Andalucía de primera si no se alcanza el consenso,
desde la convicción de alcanzar un Estatuto que sea útil para todos los
andaluces al servicio de Andalucía, un Estatuto hecho y pensado por y
para Andalucía dentro de la España constitucional. Espero y deseo, en
nombre del Grupo Parlamentario Popular de Andalucía, que logremos avanzar
con el trabajo, la generosidad y el compromiso por Andalucía que estoy
convencido vamos a poner en esta Comisión los miembros de las diferentes
delegaciones tanto del Congreso de los Diputados como del Parlamento de
Andalucía, desde la convicción -y termino- de que sin un Estatuto de
todos nuestra autonomía habrá perdido lo más importante de lo que
consiguió en 1981, la unidad de todos los andaluces. Ese será el empeño
del Grupo Parlamentario Popular y estoy seguro de que lo será también el
de todos.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Sanz.
Tiene la palabra en nombre del Grupo Parlamentario Socialista en el
Parlamento de Andalucía don Manuel Gracia Navarro.
El señor REPRESENTANTE DEL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA (Gracia Navarro):
Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, diputados y diputadas del Congreso de los Diputados, diputados y
diputadas del Parlamento de Andalucía, en nombre del Grupo Parlamentario
Socialista de Andalucía quiero expresar que somos absolutamente
conscientes del momento que representa este acto de hoy. En su momento
tuve oportunidad en mi intervención de expresar que la lógica del
funcionamiento de nuestro sistema democrático implicaba que, una vez
producida y manifestada la voluntad de Andalucía en cuanto a las reformas
de su Estatuto en su Parlamento, tomada en consideración esa propuesta de
reforma por las Cortes Generales, a partir de entonces, y especialmente a
partir de hoy, entraba en funcionamiento esa lógica del sistema que
implica que ahora es la soberanía del pueblo español representada en las
Cortes Generales la que tiene que procurar poner de acuerdo esa lógica
del interés de Andalucía manifestada por su Parlamento con la lógica del
interés general de España y de la Constitución española. Confiando
plenamente en ese funcionamiento de las instituciones y en esa lógica del
sistema representativo del que nos dotamos a partir de la Constitución de
1978 y especialmente de su título VIII, el Grupo Socialista de Andalucía
viene a la Cámara a abordar el texto con voluntad de consenso, con
voluntad de ampliar el respaldo político que obtenga al final de su
tramitación en las Cortes Generales y también con voluntad clara, que
quiero dejar expresamente manifestada, de que ese consenso preserve lo
que desde nuestro punto de vista es fundamental en el texto que Andalucía
ha traído a las Cortes Generales: la manifestación de una voluntad del
máximo autogobierno en el marco de la Constitución española, del máximo
autogobierno en competencias, en capacidad de participación, en capacidad
de cooperación con el Estado y con el conjunto de las comunidades
autónomas en la lógica de un sistema, el del título VIII, que compartimos
y respaldamos plenamente y de una concepción solidaria de la España de
las autonomías; en segundo lugar, de un contenido fuertemente social de
nuestra reforma que ha caracterizado la lectura, la interpretación y la
visión que en la sociedad andaluza ha tenido la misma, que para nosotros
es una auténtica seña de identidad de la propuesta que está tramitándose
en las Cortes Generales en este momento; en tercer lugar, y por último,
de una reforma que garantice los mecanismos suficientes de financiación
para la correcta aplicación de las competencias, de los objetivos y de
los fines que el nuevo texto estatutario va a marcar a los poderes
públicos de la Comunidad Autónoma de Andalucía. En ese espíritu y en ese
marco, estamos dispuestos a trabajar, como lo hemos hecho hasta ahora y
desde luego con más ahínco si fuera preciso, con auténtica
y sincera voluntad de consenso y acuerdo, para que el Estatuto que resulte
sea el Estatuto de máximos, el Estatuto ambicioso en el autogobierno,
respetuoso con la Constitución, socialmente generoso con las
desigualdades para corregirlas en el seno de la sociedad andaluza y para
contribuir a una España más avanzada, más cohesionada, más fuerte. Esa es
nuestra voluntad y en ese sentido nos manifestamos en el día de hoy y
esperamos poder demostrarlo en el trabajo en el seno de la ponencia y de
esta Comisión.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Gracia. (Risas.). Perdonen esta
redundancia no buscada. Me ocurrirá muchas veces cuando se reúna la
Comisión.
Ahora tienen la palabra los grupos parlamentarios de la Comisión
Constitucional. En primer lugar, por el Grupo Parlamentario Mixto doña
Begoña Lasagabaster.
La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: Gracias, señor presidente.
En primer lugar, me gustaría dar la bienvenida a los miembros de la
delegación del Parlamento de Andalucía en una serie de trabajos que vamos
a realizar conjuntamente, de igual a igual, para intentar llevar a buen
puerto la propuesta que nos han traído con relación al que entienden que
dentro del marco de su soberanía, de su Parlamento, es el mejor diseño
para adecuar soluciones a la sociedad que tienen en Andalucía. Recogeré
dos reflexiones muy breves sobre el debate de la toma en consideración.
La primera, según entiende Eusko Alkartasuna, nuestro voto favorable a
estudiar y respetar la decisión de un Parlamento, en la medida en que,
como ya señalábamos ayer en el debate de otra propuesta de Estatuto, nos
parece un elemento clave el respeto a las decisiones de un Parlamento.
Esta es una cuestión fundamental en la sociedad del siglo XXI. Como Eusko
Alkartasuna lo hemos hecho en todos los debates que se han planteado en
esta Cámara y lamentamos mucho, no me cansaré de decirlo, que ese respeto
que nosotros manifestamos a otros parlamentos no se tuviera con el
Parlamento vasco. El Parlamento vasco, como otros parlamentos, se merecía
ese mismo respeto, como mínimo, al estudio, a la observación y al examen
de un texto que tenía la legalidad y la legitimidad, igual que tiene el
texto que nos presenta el Parlamento de Andalucía. En el citado texto,
con 246 artículos, habían reflexionado sobre cuáles eran los problemas,
los fenómenos, las situaciones novedosas, después de 25 años, para su
propia sociedad. Es evidente que en algunas cuestiones coinciden con
sociedades de otras naciones, realidades nacionales o como quieran
denominarse. Hace 25 años no teníamos el fenómeno de la inmigración,
teníamos otros fenómenos probablemente tan complejos o difíciles como
aquél. No habíamos conseguido todavía estar integrados en el marco de la
Unión Europea -anteriormente, comunidades europeas-, que es tan
importante para todos, y había otros elementos de autogobierno que no se
habían considerado en aquel momento, pero que hoy observamos que han
tenido una buena gestión o un buen desarrollo. Es importante avanzar en
esas materias de autogobierno. Es verdad que 25 años han demostrado la
necesidad de establecer tipología de competencias que quizás conviene
recoger de manera más detallada, para evitar esos recursos constantes al
Tribunal Constitucional y tener un conocimiento más claro de cuál es el
contenido de cada competencia. Hay elementos nuevos en nuestras
sociedades y 25 años de autogobierno nos permiten tener un bagaje de
experiencias y poner al día lo que puede ser bueno renovar, reformar o
completar. Esto es importante, y también lo es que a la hora de trabajar
conjuntamente, como lo vamos a hacer, sepamos que no tenemos que buscar
comparaciones con lo que tienen o no tienen otros porque, desde nuestra
perspectiva, los problemas, los fenómenos y las realidades en algún caso
pueden ser comunes, pero en otros no, y cada sociedad se merece la mejor
solución para su situación. Esta sería la línea general en la que tenemos
que trabajar y no dedicarnos a mirar hacia un lado o hacia otro a ver qué
tienen o no tienen otros, porque eso supondría no atender suficiente bien
o de forma correcta lo que requiere cada nación, cada nacionalidad
histórica, cada realidad nacional, cada reino o lo que fuere. Esta es la
clave y el sentido de nuestro trabajo.
Termino con la salutación que hacía al principio señalando que espero
compartir con ustedes cuantas sesiones sean posibles. A quienes no nos
conocen tanto como nuestros compañeros del Congreso, también quiero
decirles que a los grupos minoritarios se nos hace difícil estar en todos
los sitios. Intentaremos trabajar conjuntamente en la medida en que
podamos, pero no se ofendan, porque a veces tenemos que estar en siete
sitios a la vez y no llegamos a todos.
Muchas gracias y a la tarea.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Lasagabaster.
Dado que por parte de la asamblea del Parlamento de Andalucía se dieron
los nombres de todos los ponentes, perdóneme, señora Lasagabaster, pero
he olvidado decir que los grupos parlamentarios de la Comisión deben
decir a qué personas nombran. Aunque me imagino lo que me va a decir la
señora Lasagabaster -y con mucho gusto así lo recibiré-, si es tan amble,
haga el favor de decirlo.
La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: Gracias, señor presidente.
Por el Grupo Parlamentario Mixto yo misma seré la ponente de este
trabajo.
El señor PRESIDENTE: Efectivamente, es lo que esperaba, señora
Lasagabaster. Bienvenida.
Como por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria-Nueva Canarias ahora
mismo no hay nadie
presente, será el señor Xuclá quien nos informe sobre esta cuestión.
El señor XUCLÀ I COSTA: Muchas gracias, señor presidente.
El señor Xuclà es de la provincia de Girona, y no de Canarias, pero los
colegas de Coalición Canaria-Nueva Canarias me han pedido que dé el
nombre del ponente por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria-Nueva
Canarias, que será el señor Rodríguez.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Xuclà. Sé de donde viene el
señor Xuclà, no es que me haya equivocado en el mapa, pero sabía que
había alguna orientación que podía iluminarnos. Aunque no esté presente,
también tenemos ya el nombre del ponente del Grupo Parlamentario de
Coalición Canaria-Nueva Canarias.
En nombre de Izquierda Unida tiene la palabra el señor Llamazares.
El señor LLAMAZARES TRIGO: Gracias, señor presidente.
Quiero iniciar mi intervención saludando la presencia de la delegación del
Parlamento de Andalucía. Es una presencia imprescindible, de acuerdo con
un Estatuto de autonomía plena, conquistado por los andaluces, y es
también una expresión de federalismo; expresión de federalismo la unión
de dos parlamentos para la reforma del Estatuto; expresión de federalismo
también la iniciativa parlamentaria del Parlamento andaluz para la
reforma de su propia Constitución. Agradezco de forma breve en esta
sesión parlamentaria el clima de calma que hoy se respira. Dicen que
después de la tormenta viene la calma, pero acostumbrados a tiempos
turbulentos, no nos engañamos, hay mar de fondo. Señorías, en la cuestión
autonómica hay mar de fondo, e intentaremos que el mar de fondo no nos
impida llegar a buen puerto, al buen puerto de un Estatuto de calidad, de
un Estatuto de primera para Andalucía, en el contexto de la Constitución
española.
A nuestro grupo parlamentario no le cabe ninguna duda sobre la legitimidad
de la propuesta del Parlamento andaluz. No es bueno poner en duda las
legitimidades, pero en este caso la legitimidad no tiene ninguna duda:
cuenta con la mayoría parlamentaria y, además, esa propuesta ha sido
trasladada a través de los cauces constitucionales. A mi grupo
parlamentario tampoco le cabe ninguna duda del carácter constitucional de
la propuesta. La propuesta del Parlamento andaluz ha venido no solamente
de la Constitución, sino también de la experiencia de otros estatutos de
autonomía. Han sabido aprender de su propia experiencia y de la
experiencia de otros y han trasladado a esta Cámara un Estatuto maduro,
sólido y ambicioso. Por último, a nuestro grupo parlamentario tampoco le
cabe ninguna duda de que esta es una gran propuesta de Estatuto de
Autonomía. Lo es porque no solamente distribuye el poder entre el poder
central y el poder autonómico, sino básicamente porque distribuye el
poder a la ciudadanía, porque aumenta el reconocimiento de derechos de la
ciudadanía y porque también reconoce la importancia del municipalismo en
nuestro país. A grandes rasgos, creemos que es un Estatuto legítimo, que
es un Estatuto constitucional y que es un Estatuto ambicioso. Por eso
nuestro grupo parlamentario va a tener como principal tarea preservar al
máximo la naturaleza de cambio del Estatuto de Autonomía de Andalucía,
preservar al máximo un Estatuto de Autonomía plena, un Estatuto
ambicioso.
Vamos a abrir la mano para que podamos unirnos en mayor medida en torno al
Estatuto de Andalucía, desde la premisa de que para nosotros la mayoría
democrática no tiene duda de legitimidad y de que el derecho al consenso
y la voluntad del consenso no significa el derecho de veto. Ese
planteamiento nos parece necesario para que todos tengamos claro cuáles
son nuestras ambiciones y cuáles nuestros límites. Por último, señorías,
esperamos que nadie en esta Cámara utilice la máxima cristiana de que no
vea tu mano derecha lo que hace tu mano izquierda y que nuestra posición,
la que mantengamos aquí respecto al Estatuto de Andalucía, pueda ser
coherente con la posición que mantenemos en relación con el Estatuto de
Cataluña o el Estatuto de Baleares, no vaya a ser el Estatuto de Baleares
ayer la mano derecha y hoy el Estatuto de Andalucía la mano izquierda. En
todo caso, llegaremos a buen puerto y tendré el honor de ser el ponente
en este importante Estatuto de Autonomía, de cuya legitimidad no tengo
duda.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Llamazares.
Tendremos oportunidad de comprender esas metáforas que a veces son un poco
enigmáticas. (Risas.) Señor Llamazares, yo ya lo sé, pero querría que le
dijera a la Cámara quién va a ser el ponente. (Varios señores diputados:
Ya lo ha dicho.) Muy bien.
Tiene la palabra en nombre del PNV don Aitor Esteban.
El señor ESTEBAN BRAVO: Muchas gracias, señor presidente.
En primer lugar, quiero señalar que seré yo mismo el ponente del Grupo
Vasco en los trabajos de discusión de este Estatuto de Autonomía. Aunque
técnicamente el Partido Nacionalista Vasco ha presentado enmiendas y en
ese sentido son enmiendas del Partido Nacionalista Vasco, es necesario
precisar una serie de consideraciones para entender a posteriori el
desarrollo de la discusión de esas enmiendas que hemos presentado tanto
en ponencia como posteriormente en Comisión. Ello se debe a que en la
discusión de este Estatuto se da una circunstancia que no se producía en
las anteriores y es que algún grupo político de la Cámara autonómica no
tiene representación en el Congreso de los Diputados y,
por tanto, se encuentra en imposibilidad de presentar enmiendas. En este
sentido, el espíritu que anima a Galeuscat de apoyo entre todos los
partidos nacionalistas, hemos querido mostrar nuestra solidaridad
presentando esas enmiendas que en realidad son las defendidas en su
momento -y que ahora también lo serán- por el Partido Andalucista.
Creemos que eso puede aportar mayor riqueza a la discusión y facilitar
esos puntos de encuentro que antes he manifestado por parte de diversos
representantes de la Cámara andaluza de llegar a un consenso amplio entre
todos los grupos. La presentación de las enmiendas no compromete en
absoluto la posición de mi grupo. No quiere decir que todas vayan a ser
defendidas por mi grupo ni que todas vayan a ser asumidas o incluso
votadas. Nuestra intención era que se facilitara ese debate y sobre todo
en el trámite de ponencia se puede conseguir ese objetivo.
Finalmente, quería señalar que nuestra función como en otros estatutos
anteriores será la de intentar impulsar y facilitar acuerdos que
mayoritariamente vayan adoptando los representantes de la Cámara andaluza
que son quienes tienen que definir cuál es el estatus que quieren dar a
su comunidad autónoma.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Esteban.
Para la defensa de sus propias enmiendas, interpreto que las enmiendas son
de su grupo porque, si no es así, tendría que optar por otra solución.
El señor ESTEBAN BRAVO: Señor presidente, le he dicho que son de mi grupo,
pero he explicado cuál es la situación exacta.
El señor PRESIDENTE: Yo no he oído las explicaciones, porque entonces me
vería obligado a tomar otras disposiciones.
En nombre de Esquerra Republicana de Catalunya tiene la palabra el señor
Tardà.
El señor TARDÀ I COMA: Gracias, señor presidente.
En primer lugar, diputados y diputadas del Parlamento nacional andaluz,
bienvenidos al Parlamento del Estado. Nuestro grupo parlamentario tiene
interés en fijar su posición inicial en tanto en cuanto a nadie se le
escapa que ya han sido aprobados dos textos estatutarios de dos
territorios de nuestro país: País Valencià y Principad de Catalunya, y
ayer desembarcó el texto estatutario de les Illes Balears. Debo decirles
que hace 70 años Andalucía debería haber aprobado el Estatuto de
Autonomía por el que Blas Infante, padre de la patria andaluza, luchó y
murió. Blas Infante soñaba un Estatuto que reconociera la nacionalidad y
la identidad andaluza y que liberara a su pueblo de la vieja España y del
caciquismo. Este proceso fue truncado por el golpe militar y la
dictadura. Hubo quien en la transición y en el posfranquismo inmediato
quiso olvidarlo, no obstante, sin éxito, puesto que el pueblo andaluz
reclamó en la calle la añorada autonomía. Bien lo recordamos desde
Andalucía, pese a la dura campaña que la derecha conservadora llevó a
cabo en su contra, y el Estatuto de Autonomía fue aprobado en el año
1980. Transcurrido un cuarto de siglo, el pueblo andaluz manifiesta su
voluntad de mejorar su autogobierno para atender los nuevos retos de la
sociedad del nuevo siglo. Esquerra Republicana va a repetir aquí lo que
siempre hemos manifestado y plasmado en coherencia con nuestro ideario:
Andalucía será, debe ser, lo que los andaluces quieran que sea. Se trata
de que cada pueblo alcance el nivel de autogobierno que desee y, tal como
ya publicitamos el día que los comisionados del Parlamento andaluz
presentaron el texto estatutario en este Congreso de los Diputados, que
se reconozca el Estado español como un Estado plurinacional en donde
Andalucía ocupe un lugar con identidad propia. El proceso hacia el Estado
federal no podrá ser frenado por aquellos que todavía se hallan anclados
en el uniformismo y en la españolidad rancia. Argumentos de funcionalidad
y subsidiariedad, el triunfo de la cultura en la sociedad posindustrial,
el proceso de unidad europea parejo a la eclosión de los nuevos Estados,
así como la necesidad de preservar la identidad frente a la globalización
harán inevitable el proceso. El presente y el futuro del pueblo andaluz
no son nada ajenos al conocimiento, al interés, a la implicación y al
sentimiento en los catalanes, que quede claro, y ustedes saben bien por
qué. Son miles y miles los catalanes y catalanas de hoy que tenemos los
orígenes familiares en Andalucía, que han contribuido no solo al progreso
económico de los países catalanes, sino también a su progreso cultural,
social y nacional. Nuestra tierra ha sido históricamente tierra de paso,
de acogida, de aluvión. Ello ha cristalizado en una capacidad de
integración de las gentes llegadas de otros pueblos, constituyéndose
incluso como un modelo singular. Esta integración ha servido para
fortalecer la identidad nacional de Cataluña y contribuir a su proceso y
desarrollo. En este proceso las gentes llegadas en el siglo XX desde
Andalucía protagonizaron un papel determinante. La Cataluña de hoy en los
inicios del siglo XXI es en buena parte el fruto de esta realidad
histórica. Estamos orgullosos de haber hecho posible una sociedad abierta
e integradora, una sociedad que ha sabido, por un lado, sumar
aportaciones e ir modificando sus referentes colectivos y su
idiosincrasia y, por otro lado, dotarse de una identidad común articulada
en gran parte alrededor de la lengua catalana. Es más, sin esta capacidad
de asumir todo lo aportado por aquellos nuevos catalanes de las décadas
de los sesenta y setenta del siglo pasado quizás habríamos seguido el
agónico camino hacia la desaparición como comunidad nacional, el mismo
que han sufrido otras naciones sin Estado, víctimas del dominio
uniformador de los Estados nación. No les extrañará pues que nuestro
respeto a lo aprobado por el Parlamento nacional andaluz adquiera un
valor que va más allá de lo imperativo, en tanto en cuanto se
trata de la voluntad expresada por sus representantes y se adentra en los
sentimientos fraternales entre nuestros pueblos. Repito, Andalucía será
lo que quiera ser y de la misma manera que en esta misma Cámara y en esta
misma sala Esquerra Republicana solicitó a los diputados y diputadas
respeto al texto estatutario aprobado por el Parlamento de Cataluña, el
30 de septiembre, porque en él se reflejaba lo que los catalanes y
catalanas queríamos ser en los albores del siglo XXI, nosotros nos
hacemos copartícipes de la decisión mayoritaria del Parlamento andaluz.
Ciertamente, como independentistas, solidarios con aquellos andaluces que
reclaman una mayor afirmación nacional y de autogobierno o reivindican el
libre ejercicio del derecho a la autodeterminación, hubiéramos deseado un
texto estatutario más ambicioso, como aquel soñado por Blas Infante. Pero
la voluntad del pueblo andaluz es hoy en día la de su Parlamento. El
compromiso del independentismo catalán radica en afirmar esta voluntad y
en abortar o en contribuir a abortar cualquier otra dirigida a frenar
estas aspiraciones legítimas, a establecer unas coordenadas de
autogobierno y de relación con el Estado español de nuevo cuño. No
obstante, debemos manifestarles con dolor que hubiéramos deseado que la
reciprocidad en este sentimiento hubiera gozado de mayor intensidad.
Hemos vivido con dolor -y a ello no es ajeno el resultado final de la
aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña en esta Cámara- que la
derecha andaluza ha azuzado el odio de nuevo contra Cataluña y los
catalanes. Los hijos del general Sanjurjo, sin duda, volvieron a la
carga. (Un señor diputado: ¡Anda ya!) Recuerden la publicidad de tintes
nazis emitida en las emisoras andaluzas contra Cataluña y contra la
lengua catalana durante el proceso estatutario que llenaban de tristeza e
indignación a tantos catalanes hijos de andaluces y andaluzas, odio que
encontró un caldo de cultivo en el discurso sembrado desde hace decenios
por la burguesía andaluza, profundamente nacionalista española, que en la
judaización de los catalanes encontraban uno de sus mayores pilares y
coartadas ideológicas como clase dominante. (Rumores.)
Voy terminando, señor presidente. Lamentablemente, ese discurso, en
algunos casos, fue compartido por algunos dirigentes -y nos duele
decirlo- de la izquierda andaluza. (Rumores.) El intento de crear un
movimiento...
El señor PRESIDENTE: Por favor, guarden silencio. Señor Tardà vaya
terminando su intervención.
El señor TARDÀ I COMA: Voy terminando, señor presidente. (Un señor
diputado: Más vale.-Otro señor diputado: Sigue así.)
Decía que el intento de crear un movimiento lerrouxista en Cataluña en los
inicios de la década de los ochenta, dudando de la capacidad de la
sociedad catalana para integrar y construirse de forma igualitaria,
fracasó. (Rumores.) Ahora bien, también denunciamos y hemos recordado
algunas... (Rumores.) ¿Puedo seguir, señor presidente?
El señor PRESIDENTE: Cómo no.
El señor TARDÀ I COMA: Gracias.
Les decía que de forma compartida por la izquierda española y por la
izquierda andaluza en algunos casos lamentables pero que ocurrieron,
queriendo asociar lo catalán con lo burgués, lo particular con lo
retrógrado, frente a una hipotética modernidad de lo español. Pues ya
ven, después de ustedes lo moderno fue el nacionalismo castellanista y
cavernícola del señor Aznar. Fíjense qué herencia nos dejaron.
(Rumores.-El señor Trillo-Figueroa Martínez-Conde: ¿De qué hablamos? ¿De
economía?) Finalmente, el Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana
está posicionándose y supongo que podemos hacerlo con toda la libertad en
este Parlamento español. (Rumores.)
Afortunadamente -y termino- nuestro pueblo catalán es un modelo de
integración que se ha construido en positivo en defensa de sus libertades
y no en contra de otros pueblos y a esta voluntad perseverante respondía
la reclamación de un Estatuto para profundizar en el autogobierno, en
definitiva, tener mayores competencias de autogobierno y una relación con
el Estado español distinta. Y esta es exactamente la voluntad que tenemos
respecto al Estatuto andaluz, que se convierta en una herramienta de
progreso para los andaluces y andaluzas porque el problema de Andalucía
no radica en Cataluña ni en Euskadi ni en Galicia, radica en un modelo
económico dependiente, heredero de otro de raíz caciquil que impidió su
desarrollo económico y su plenitud nacional, convirtiéndola en una
colonia interior. (Risas.-Rumores.) Los Osuna, los Domecq, la Duquesa de
Alba (Rumores.), los terratenientes, algunos de ellos hoy día
homenajeados para insulto del campesinado andaluz de ayer y de hoy son
los verdaderos responsables. Estos fueron los que expulsaron a miles de
andaluces de su tierra. No nos incumbe juzgar, termino, señor presidente,
su mayor o menor voluntad de pertenencia al Estado español ni su grado de
intensidad nacional; no nos incumbe a nosotros. Deseamos que el Estatuto
de Autonomía andaluz sea una herramienta esencial para el progreso
nacional y económico de Andalucía. Este era el sueño de Blas Infante, a
quien dedicamos nuestro homenaje emocionado cuando se cumplen 60 años de
su asesinato en manos de los fascistas.
El señor PRESIDENTE: ¿Debo entender que el ponente es el propio señor
Tardà?
El señor TARDÀ I COMA: Sí, señor; entiende bien.
El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Convergència i Unió tiene la palabra
don Jordi Xuclà.
Señor presidente, señoras y señores diputados del Parlamento de Andalucía,
colegas diputados y diputadas del Congreso de los Diputados, hablo en
nombre de un grupo parlamentario, el Grupo Parlamentario Catalán de
Convergència i Unió con base territorial catalana, cuya posición es de
absoluto respeto a la propuesta que viene del Parlamento de Andalucía y
un deseo de que este texto sea respetado y tramitado a partir del diálogo
y el acuerdo en estas Cortes Generales.
Señorías, hoy es el momento de Andalucía, hoy no es el momento de
Cataluña. Y es en función de Andalucía y de los intereses y el futuro de
la gente de Andalucía que hoy debemos afrontar esta tramitación hoy en
Comisión y en los trabajos en ponencia, deseando lo mejor en este proceso
de actualización y puesta al día de un marco de autogobierno que, después
de su aprobación en el mes de octubre de 1981, obviamente requiere una
actualización en virtud, después de más de 25 años, del artículo 2 de la
Constitución española. Lo que en su momento fue el derecho de acceso a la
autonomía hoy, por mutación constitucional, lo podemos también
interpretar como derecho de actualización y puesta al día, de acuerdo con
el nuevo contexto y con la entrada al siglo XXI de los instrumentos de
autogobierno de cada una de las comunidades autónomas, si me permiten,
después de más de un cuarto de siglo de desarrollo del Estado de las
autonomías, del acierto del desarrollo del Estado de las autonomías a
partir de dos principios. Estos dos principios lideran la actuación del
Grupo Parlamentario Catalán de Convergència i Unió en los trabajos en
ponencia y en los trabajos en Comisión. Primer principio, respeto a la
propuesta del Parlamento de Andalucía, como este grupo parlamentario
desea que siempre sean respetadas las propuestas del Parlamento de
Cataluña en materia de actualización y desarrollo del autogobierno.
El segundo principio es un clásico de este grupo parlamentario.
Obviamente, porque esto está en las entrañas y en la naturaleza del
Estado de las autonomías, este grupo parlamentario nunca va a negar a
otros lo que ha pedido para la Comunidad Autónoma de Cataluña, porque en
la esencia del propio sistema autonómico está el principio de libre
acceso a los instrumentos que cada comunidad autónoma necesita para su
desarrollo. En la propia naturaleza del sistema autonómico existe este
cariz de heterogeneidad, y los instrumentos que necesita una comunidad
autónoma pueden ser, y muchas veces son, distintos de los que necesita
otra comunidad autónoma. Permítanme que utilice una frase que no es
catalana, sino madrileña, castiza, que es aquella que dice: Cada uno es
cada cual. Y como cada uno es cada cual, ayer vivimos la toma en
consideración del proyecto de Estatuto de Autonomía de les Illes Balears,
con sus contenidos, sus características y sus hechos diferenciales
evidentes, como es por ejemplo la insularidad. Hoy, en esta Comisión
iniciamos los trabajos del proyecto de Estatuto de Autonomía de
Andalucía. Cada uno es cada cual; ustedes proponen y no solo tienen la
legitimidad, sino que también les corresponde proponer los instrumentos
de mejora de su autogobierno. Desde este respeto y desde la consideración
de la pluralidad evidente de España, de sus lenguas, de sus culturas,
pero también de vocaciones de autogobierno y de formas de desarrollarlo,
la posición de este grupo parlamentario será de respeto y, evidentemente,
de sensibilidad hacia las formulaciones y las expresiones nacionalistas
que en el ámbito de Andalucía apuestan por una mayor profundización del
autogobierno.
Para terminar, señor presidente, contemplamos con cierta satisfacción cómo
el paso de los meses en esta legislatura va dando la razón a los que
sosteníamos que había llegado el momento de una segunda ola en la
actualización de los estatutos de autonomía. Los pueblos, las
colectividades cada equis años tienen que poner al día sus instrumentos
de autogobierno. El paso del tiempo, el paso de los meses nos va
confirmando que los cinco estatutos de autonomía que se están tramitando
en estas Cortes Generales, más los que previsiblemente llegarán en breve,
nos ponen en la hora de la segunda ola de actualización de los estatutos
del Estado de las autonomías.
Finalmente, señorías, ahora que ya está aprobado el Estatuto de Autonomía
de Cataluña, permítanme que les diga respecto a las formas que en algún
momento del debate político interno en Cataluña quizás se podrían haber
hecho mejor las cosas. En todo caso y desgraciadamente, el Estatuto de
Autonomía de Cataluña ha servido demasiadas veces para el desgaste
político fácil en el marco de la política española. Les aseguro que en el
debate del Estatuto de Autonomía de Andalucía que hoy iniciamos, el Grupo
Parlamentario Catalán de Convergència i Unió no tiene ninguna vocación de
que Cataluña sea la protagonista.
Quiero terminar como he empezado, hoy es la hora de Andalucía, hoy es el
momento de que Andalucía se reconozca mejor en su autogobierno y de que
profundice en él, porque esto, en el fondo, es reconocerse mejor en la
pluralidad del Estado español.
Para finalizar, el ponente de este grupo parlamentario seré yo mismo,
señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muy agradecido, señor Xuclà.
En nombre del Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra don Javier
Arenas.
El señor ARENAS BOCANEGRA: Señor presidente, señoras y señores diputados,
mis primeras palabras tienen que ser también para saludar la presencia de
los miembros del Parlamento de Andalucía, con los que tantos momentos y
tantas inquietudes he compartido y con los que vamos a trabajar con la
máxima lealtad en el seno de esta Comisión Constitucional. Empezaré
diciendo, señor presidente, que los ponentes de nuestro
grupo parlamentario serán doña Soraya Sáenz de Santamaría y doña Fátima
Báñez.
Hecha esta afirmación, continuaré diciendo que de la mayoría de las
intervenciones que hemos oído cabría sacar dos conclusiones. La primera,
que los grupos parlamentarios han mostrado cierta obediencia al preámbulo
que nos ha expuesto la Presidencia de la Comisión. El presidente ha
citado los asuntos que nos van a ocupar de forma central en estos días y
ha hecho apelación al buen tono y a la ausencia de descalificaciones
políticas y personales. Hemos sido obedientes y, excepto alguna
intervención en la que no voy a entrar, se ha mantenido ese buen tono.
Pero lo importante y lo significativo para mí no es que hayamos obedecido
las indicaciones de la Presidencia -que ya lo es por la entidad del
propio presidente-, sino que lo que se desprende de las intervenciones
que hemos oído, sobre todo de las de los grupos que son decisivos en este
debate, los grupos del Parlamento de Andalucía, es la cortesía que hay
que agradecer a algunos portavoces, por ejemplo la del señor Xuclà en su
última intervención, cuando ha dicho que es el día de Andalucía, porque
de las intervenciones que afectan directamente a este debate se desprende
la esperanza del acuerdo. Yo creo que el acuerdo es posible y que se
confirma la esperanza del consenso. En el Parlamento de Andalucía no fue
posible. Lo intentamos todo, pero en esa fase de la tramitación no fue
posible. Tenemos que aprovechar esta segunda y última oportunidad. Mi
grupo parlamentario tiene que reconocer que de forma muy especial, tras
la presentación de las enmiendas del grupo mayoritario, en nuestra
modesta opinión, se abre un nuevo escenario. Las enmiendas del Grupo
Socialista han abierto un nuevo escenario que, en nuestro caso, nos sitúa
a menos distancia del encuentro final que deseamos en torno al Estatuto.
Por cierto, señorías, este es un Estatuto que tiene una mayoría legítima
que le ha traído al Congreso de los Diputados, un Estatuto que responde a
un impulso legítimo de la mayoría parlamentaria en Andalucía, pero
déjenme decir, porque así lo pienso, que no es precisamente una reforma
que haya sido demandada por los ciudadanos o que ocupe una de las grandes
prioridades en las reflexiones de los andaluces. Esta afirmación, que
hago desde el convencimiento y, por cierto, con el respaldo de todos los
análisis sociológicos que se han hecho, aunque mis palabras provoquen
sonrisas, de lo que también me alegro, no tiene nada que ver con poner en
cuestión la legitimidad de la propuesta. Es una propuesta legítima, que
ha venido respaldada con una mayoría legítima.
¿Por qué vamos a buscar el acuerdo y el consenso? Lo decimos muy
claramente, porque creemos que solamente un Estatuto de consenso es bueno
para Andalucía. Si conseguimos el consenso será un éxito de todos; en mi
opinión, si no hay consenso también será un fracaso de todos, aunque se
apruebe. El Estatuto que está en vigor en este momento, el Estatuto de
1981 -alguien ha dicho de 1980, pero no es de 1980, sino de 1981; no es
lo mismo, como tampoco lo es 60 que 70 años, sobre todo a la hora de
contar las etapas en las que alguien ha sido asesinado-, es un Estatuto
que tiene el respaldo unánime de las fuerzas representadas en el
Parlamento de Andalucía de entonces, que son las mismas que ahora. En
nuestra opinión, no podemos trasladar al escenario de Andalucía en estos
momentos un Estatuto de discordia y de enfrentamiento para sustituir un
Estatuto de consenso y de concordia como el vigente en este momento. Por
decirlo con mucha claridad, señor presidente, para mí no hay Constitución
buena ni Estatuto bueno si no conllevan necesariamente un respaldo
amplísimo de las formaciones políticas y también de los ciudadanos. Nos
interesa imitar los procesos de reforma que han sido consensuados. Eso es
lo que, en mi opinión, interesa a Andalucía, no aquellos procesos de
reforma que han sembrado discordias o que incluso han podido terminar con
un gobierno o con el presidente que los ha promovido.
La segunda cuestión importante es qué estatuto queremos nosotros. Queremos
un estatuto de primera. Me gustaría señalar lo que para nosotros es un
Estatuto de primera, porque también tiene mucho sentido que esa
definición de Estatuto de primera no sea coincidente al cien por cien con
la opinión de otros grupos parlamentarios. En primer lugar, para nosotros
un Estatuto de primera es el que tiene consenso, y perdón por la
reiteración; sin consenso no hay Estatuto de primera. Un Estatuto no es
un proyecto ideológico, un Estatuto es una garantía de convivencia, una
base estable y sólida para que todas las opciones ideológicas presenten
sus proyectos de futuro. Un Estatuto de primera tiene que ser
consensuado. En segundo lugar, tiene que tener máximo techo competencial.
En tercer lugar, tiene que tener máximo techo competencial dentro de la
Constitución española -esto es muy importante-. Para nosotros un Estatuto
de primera es aquel que es impecable en términos constitucionales.
Finalmente, tiene que ser un Estatuto que nos proteja de vientos que hoy
soplan con alguna intensidad, vientos que promueven la desigualdad y la
insolidaridad; algún atisbo hemos tenido en el día de hoy. No olvidaré
nunca aquella frase que decía: Hay que cambiar el sistema de financiación
en España porque resulta que las comunidades pobres están siendo cada día
menos pobres y las ricas somos menos ricas. ¡Ah, por eso hay que cambiar
el sistema de financiación! ¿Es que se trata de invertir más en las
comunidades con más riqueza, con más crecimiento económico, con más
creación de empleo, esa es la solidaridad? En mi opinión, Estatuto de
primera es: Consenso, máxima competencia, respeto a la Constitución
española, garantía de que los andaluces tenemos los mismos derechos en
todo el territorio nacional que el resto de los españoles y, por último,
financiación justa y solidaria, que no es poco pedir.
Señorías, señor presidente -seguro que ya estoy mal de tiempo-, me
gustaría hacer un comentario muy breve, y no pensaba hacerlo, sobre
Cataluña.
El señor ARENAS BOCANEGRA: Yo he tenido la experiencia de conocer Cataluña
porque he vivido allí dos años. Creo que Cataluña es la segunda tierra
más andaluza después de Andalucía. Eso no es una frase, es una obviedad,
más de un millón de andaluces han construido Cataluña con su esfuerzo. Yo
admiro muchas cosas de Cataluña, muchas, el crecimiento económico, la
creación de empleo. Me gustaría que en Andalucía hubiera el mismo número
de hospitales que hay en Cataluña -tenemos la mitad, con un millón más de
habitantes-; me gustaría que en Andalucía hubiera la misma inversión en
I+D que en Cataluña; me gustaría que hubiera el mismo uso de Internet en
Andalucía que en Cataluña; me gustaría que fuéramos los primeros en
crecimiento económico y en creación de empleo, pero ese respeto y esa
admiración no suponen, en absoluto, que nosotros vayamos a apoyar
posiciones insolidarias y contra la igualdad, o de ruptura
constitucional, que se han planteado por parte de algunos grupos de
Cataluña. Yo nunca confundiré a la sociedad catalana, que es muy plural y
está cargada de matices, con lo que puedan significar los grupos
políticos que con toda la dignidad la representan.
Termino, señor presidente. En Andalucía no hay un problema autonómico. De
hecho -se palpa todos los días-, los andaluces nos sentimos muy
orgullosos de ser andaluces y también de ser españoles. Los dirigentes
políticos no podemos crearles un problema a los andaluces, desde la
política no podemos hacer eso. En Andalucía nos sentimos españoles y
andaluces, estamos muy orgullosos del autogobierno en el marco de la
Constitución española. La mejor memoria que yo tengo de estos años no
está precisamente hace 70, donde pasaron cosas que nunca, nunca deben
volver a pasar; la mejor memoria para mí es la memoria de la transición
española. Cuando termina la dictadura, hay incertidumbres, hay dudas y
hay unos dirigentes políticos que saben afrontar esas dudas y esas
incertidumbres llegando al gran pacto de la concordia de la Constitución.
(Por cierto, en eso tuvo mucho que ver quien nos preside en el día de
hoy.) Ese es un magnífico ejemplo de la buena política, unos dirigentes
que analizan bien su etapa histórica, que anteponen el interés de España
al modelo ideológico y político y resuelven las incertidumbres y las
dudas de los españoles. Yo les pido, señorías, que no hagamos lo
contrario, que no les creemos a los andaluces un problema autonómico, que
no existe, a través del enfrentamiento y a través de la discordia.
Con toda la sinceridad del mundo, nuestros análisis básicamente son estos.
Coincido al cien por cien con lo expresado por don Antonio Sanz y
coincido al cien por cien con la posición política de mi partido en la
dinámica de la política territorial. Insisto, aprendamos de aquellas
comunidades autónomas que han sabido armar un consenso en torno a su
reforma. El ejemplo de ayer tendrá discusión en matices, pero es un buen
ejemplo: Una reforma que viene de Baleares con un respaldo amplísimo del
Parlamento de Baleares. Con toda la sinceridad del mundo, haremos todos
los esfuerzos para que haya consenso. Si hay consenso, será bueno para
Andalucía y bueno para el Partido Popular que modestamente represento. Si
no hay consenso, será malo para Andalucía y, en nuestro caso, también
malo para el Partido Popular.
Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos.)
El señor PRESIDENTE: Muy agradecido, señor Arenas, por su intervención.
Por último tiene la palabra, en nombre del Grupo Parlamentario Socialista,
don Alfonso Perales.
El señor PERALES PIZARRO: Muchas gracias, señor presidente.
Saludamos a la delegación del Parlamento de Andalucía, le damos la
bienvenida a la Comisión Constitucional y le deseamos la mejor estancia y
el mejor resultado en los trabajos parlamentarios que hoy iniciamos.
En segundo lugar, comunicamos a la Mesa que la ponencia estará integrada
por los miembros del Grupo Parlamentario Socialista, don Javier Torres
Vela, don Ramón Jáuregui Atondo y por mí, Alfonso Perales Pizarro.
Señor presidente, iniciamos el trabajo en la Comisión Constitucional,
Comisión Constitucional singular, ampliada con la delegación del
Parlamento de Andalucía, y desde el Grupo Parlamentario Socialista lo
hacemos desde la siguiente actitud. En primer lugar, la seguridad de que
la autonomía andaluza puede abordar este proceso sin ningún complejo y
sin ninguna inseguridad. La autonomía andaluza dispone de la legitimidad
de origen más clara y más rotunda que existe en el constitucionalismo
español. Somos tributarios del 4 de diciembre, del 28 de febrero, que fue
probablemente el acontecimiento político más importante de la historia
reciente de Andalucía, y también somos tributarios del Estatuto en vigor
aprobado en el año 1981. Tenemos legitimidad de origen, tenemos
legitimidad de ejercicio, sin duda alguna, y en este momento se trata de
que los responsables políticos, los que estamos en esta Comisión y otros
que no están, sigamos siendo útiles al entusiasmo y a la confianza que
los andaluces siempre han tenido en la autonomía de Andalucía. Por tanto,
seguridad, entusiasmo y confianza en la autonomía andaluza es lo que
resume la actitud de los andaluces en relación con el proceso político
que estamos ahora continuando y que recoge un buen trabajo de años
anteriores.
En segundo lugar, consideramos que lo que el Parlamento de Andalucía ha
elaborado es una buena propuesta de desarrollo y de reforma de la
autonomía andaluza y, oyendo la intervención del portavoz del Grupo
Parlamentario Popular de acuerdo con la propuesta, no comprendemos muy
bien por qué no se apoyó en el Parlamento de Andalucía; oyendo su
intervención y conociendo el texto como lo conocemos, no comprendemos
cómo no mereció el apoyo de todos los grupos en el Parlamento de
Andalucía. Pero ahora estamos en otro momento. Justamente la grandeza de
la Constitución
y la grandeza del Estatuto de Autonomía es que iniciamos otro momento
parlamentario y las Cortes Generales reciben la reforma, una buena
reforma para el Partido Socialista, y ahora el Grupo Parlamentario
Socialista trabajará con el resto de grupos para cumplir la función que
se espera de la Comisión Constitucional y de las Cortes Generales: En
primer lugar, garantizar y reafirmar la plena constitucionalidad del
texto y, en segundo lugar, adecuarlo al interés general conciliando los
intereses de las instituciones. Por tanto, ahora iniciamos una nueva
fase, un nuevo momento sobre la defensa del proyecto que nos ha enviado
el Parlamento de Andalucía, con la intención de lograr lo que significa
la palabra que más se ha empleado en esta Comisión, que es la palabra
acuerdo. Si se repasan las intervenciones, es el resumen de esta sesión;
cada uno con sus matices, cada uno con sus intenciones, pero el resumen
de las intervenciones es la búsqueda del acuerdo. Les puedo asegurar que
el Grupo Parlamentario Socialista va a buscar -de hecho, así lo hemos
planteado en los escritos de las enmiendas y en los escritos de
desacuerdo con el texto- el acuerdo y la aproximación; esa va a ser la
tónica del Grupo Parlamentario Socialista. Sobre la base de un buen
proyecto de reforma, que se acordó en Andalucía entre el Partido
Socialista e Izquierda Unida, vamos a intentar y a hacer todos los
esfuerzos para que todos los grupos, en especial al Grupo Parlamentario
Andalucista y al Grupo Parlamentario Popular, se incorporen al acuerdo.
No compartimos la posición de quienes creen que es más lucido no moverse
un milímetro de sus posiciones ni la de quienes consideran una prueba de
firmeza no moverse de sus posiciones. Nosotros somos de la tradición de
que el pacto es partir diferencias, es aproximar diferencias. Por tanto,
la actitud del Grupo Parlamentario Socialista será la de aproximar y
buscar acuerdos sobre las enmiendas del Grupo Parlamentario Socialista y
sobre las enmiendas de otros grupos, de Izquierda Unida, del Partido
Andalucista -presentadas por el PNV- o del Partido Popular. Por tanto,
vamos a hacer ese trabajo, porque es lo que se espera del Grupo
Parlamentario Socialista en este momento. Estamos en un momento
constitucional nuevo y vamos a iniciar la búsqueda del acuerdo sobre la
base de un texto bueno, suficiente y útil para el acuerdo, como el que
nos ha llegado desde el Parlamento.
Ahora es el momento de mirar lejos, no el momento de la táctica ni del
vuelo a ras de suelo; este es un proyecto que terminará siendo una ley
para veinte o veinticinco años, el tiempo que el Parlamento de Andalucía
considere que puede durar. Estamos haciendo una ley que se tramita como
ley orgánica pero que es más que una ley orgánica, forma parte del bloque
de constitucionalidad, y es, como Cruz Villalón llamó, una constitución
territorial. Se trata de mirar lejos, de buscar acuerdos y de aproximar
posiciones, porque no estamos haciendo una ley cuya vida es la próxima
legislatura, los dos próximos años, es una ley que tiene voluntad de
permanencia, como tuvo afortunadamente la Ley de 1981, el Estatuto en
vigor. Tenemos que trabajar con esa perspectiva y desde la órbita de lo
que pretenden este Estatuto y otros que se han aprobado y que se
aprobarán en el Congreso de los Diputados. Es sorprendente que, sin ser
una demanda la reforma de los estatutos, esta Cámara ya haya aprobado el
de Valencia, que fue el primero que se aprobó, y el de Cataluña, vaya a
aprobar el de las Cortes Generales de Andalucía, ayer admitiéramos el de
Baleares, hoy se apruebe el de Canarias, hoy se admita a trámite el de
Castilla y León y muy pronto el de Castilla-La Mancha. Es decir, para no
ser una demanda solicitada, la verdad es que hay una cierta contradicción
con la actitud de los parlamentos, que están removiendo y haciendo lo que
desde nuestro punto de vista hay que hacer, que es modernizar el Estado
español y las estructuras autonómicas. Algunas son del año 1983, otras
del año 1980 y otras del año 1981, y hay retos nuevos, problemas nuevos,
situaciones nuevas, sentencias reiteradas del Tribunal Constitucional que
conforman un nuevo escenario constitucional, y por tanto se trata de
acomodar los estatutos de autonomía, veinticinco años después, a una
realidad que no se detiene, que no se para, que hay veces que cambia
vertiginosamente. Se trata de acomodar la importante institución
autonómica que conforma el Estado español a los nuevos tiempos, a los
nuevos retos y a los nuevos desafíos que tienen todas las sociedades, y
Andalucía no puede ser ajena a esos cambios.
La descentralización política y administrativa ha sido sin ninguna duda, y
así lo afirmarán los historiadores en el futuro, un éxito histórico para
España. No se conocía cuál podía ser el resultado de ese proceso de
descentralización que se inició en la Constitución, y el resultado ha
sido una época de prosperidad para España y para el conjunto de los
españoles, todos los parámetros lo confirman. Ahora se trata de seguir
avanzando, de respetar todo el proceso de la Constitución y del bloque de
constitucionalidad y de poner al servicio de Andalucía un texto nuevo, un
texto de acuerdo, un texto de máximos, que es otra palabra que se ha
empleado mucho, un texto que pretende resolver los problemas de
Andalucía. En primer lugar es una comunidad que es la más numerosa de
España. Hoy la población es un factor de ventaja económica de primer
orden, y Andalucía hoy es la comunidad más habitada de España; en segundo
lugar, Andalucía hoy es una de las comunidades autónomas españolas que
más dinamismo económico, más solvencia económica y más expectativas
económicas puede presentar en el escenario nacional. Tenemos una economía
dinámica, una sociedad entusiasta y convencida de que esto es positivo,
la sociedad andaluza, y estoy convencido de que los partidos que estamos
aquí presentes no vamos a decepcionar ni a defraudar la confianza que se
ha puesto en nosotros. (Aplausos.)
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Perales.
Hemos terminado este turno de intervenciones, que, como habrán comprobado,
ha contado con la flexibilidad del presidente para el tiempo. No será
siempre así. Hoy es un día de una cierta solemnidad y yo apelaré a esa
obediencia, que tan amablemente ha requerido el señor Arenas, cuando
estemos en los debates generales, porque hay muchas enmiendas y no mucho
tiempo para trabajar y comprenderán ustedes que el tiempo tendrá que
limitarse.
Llegados a este punto, tenemos los nombres de los miembros de la
delegación y de la Comisión Constitucional que formarán la ponencia. Me
corresponde ahora preguntar a las señoras y señores miembros de la
delegación del Parlamento de Andalucía si ratifican el nombramiento para
la ponencia de los señores y señoras don Manuel Gracia, doña Antonia
Jesús Moro, don Luis Pizarro, don José Caballos, doña Esperanza Oña, don
Antonio Sanz, don Carlos Rojas, doña Concepción Caballero, don Antonio
Romero, doña Pilar González y don Ildefonso Dell'Olmo. ¿Los miembros del
Parlamento ratifican esta ponencia? (Asentimiento.)
Entiendo que queda ratificada por asentimiento. Ahora a las señoras y
señores diputados miembros de la Comisión Constitucional les pregunto si
ratifican el nombramiento para la ponencia de don Alfonso Perales, don
Ramón Jáuregui, don Javier Torres Vela, doña Soraya Sáenz de Santamaría,
doña Fátima Báñez, don Jordi Xuclà, don Joan Tardà, don Aitor Esteban,
don Gaspar Llamazares, don Román Rodríguez y doña Begoña Lasagabaster.
¿Se ratifica esta ponencia por la Comisión? (Asentimiento.)
Entiendo que se aprueba por asentimiento. La ponencia podrá reunirse de
inmediato, como ya les he advertido, en el número 36, enfrente, donde
ahora acompañarán a los que no conozcan el camino para llegar.
Inmediatamente constituiremos la ponencia y empezaremos un calendario de
reuniones. La Comisión, para que tengan ustedes una idea, no se reunirá
de nuevo, cuando conozcamos el informe de la ponencia, hasta los primeros
días de la segunda quincena del mes de octubre, días 18 ó 19 de octubre
aproximadamente.
Como presidente les quiero anunciar que, por una parte, mi misión
consistirá fundamentalmente en facilitar el debate lo más abierto y libre
posible y, por otra parte, en facilitar los acuerdos, en buscar el
acuerdo que ha sido reclamado por todos, y yo creo que la cesión de
posiciones posibilitará un texto que beneficiará a todos. Para ello pido
su colaboración en la ponencia y en la Comisión, porque sin ella será muy
difícil llevar al final el objetivo que nos hemos propuesto.
Hasta la próxima reunión de la Comisión, muchas gracias.
Se levanta la sesión.
Eran las once y quince minutos de la mañana.
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